“Tanorexia, la obsesión por estar moreno” por Jara Cuadrado

Jara Cuadrado

Con la llegada del verano y más horas de sol para disfrutar, a todos nos gusta lucir un bonito bronceado, sin embargo, en ocasiones lograr el bronceado deseado puede convertirse en una obsesión con desagradables consecuencias para nuestra salud.

Debemos distinguir a las personas que disfrutan de sus días de vacaciones y de paso  aprovechan para cambiar el blanco habitual de la piel por un moreno saludable, sin que ello suponga el principal objetivo de los días estivales, de las personas obsesionadas por obtener un moreno cada vez más intenso, exponiéndose al sol durante tiempos muy prolongados y nada aconsejables.

Las personas aquejadas de esta obsesión tienen una necesidad imperiosa de broncear su piel, ya sea mediante cabinas de rayos UVA en invierno o en playas y piscinas en verano. Necesitan aumentar cada vez más su tonalidad de piel, con la percepción subjetiva de no estar lo suficientemente morenos, a pesar de lo evidente que resulta para el resto de la gente. Tienden a comparar su bronceado con los demás bañistas, causándoles una gran ansiedad cuando divisan a otra persona más morena y ello hace que vuelvan a abusar del sol, pero esta vez con más intensidad hasta lograr el esperado moreno.

Son muchos los peligros del sol cuando nos exponemos a él más tiempo de lo recomendado por los especialistas, los más comunes son manchas en la piel, arrugas prematuras, melanomas o cáncer de piel. Tomar el sol de forma prudente es saludable para nuestra salud debido a la vitamina D de éste, pero debemos exponernos con las precauciones necesarias.

Muchas de las personas que sufren esta adicción al bronceado suelen ser inseguras y ansiosas, con una baja autoestima y una fuerte necesidad de aceptación entre sus compañeros.

Como medida de precaución, debemos tener una relación prudente con el sol sin que se convierta en una peligrosa obsesión con daños graves para nuestra salud.