ERAMOS POCOS…

Si hubia sabio yo esto, como es capaz, porque esto del casorio tiene sus ventajas pero también sus denventajas, a ver que yo estoy mu contento con mi duenda, pero…con el zurrón de mi duenda suegra no, tó empezó el día que entre por primera vez a la seta de mi duenda suegra, era navidad y allí al orico de la lumbre, con media galbana encima se encontraba el duende con mas pacencia que he conocio en mi vida, mi duende suegro y mira que me imponía respeto, las canas es lo que tiene y aquel paecía que tenia la melondra nevá.

Pero que espantajo señol cuando vi aparecer a la pirulla de mi duenda suegra, con los rulos clavaos en el zorongo estropajao, tronpalcuza, con mas orejas que cabeza, panza balago, unas manos que paecían los pies de otro y por boca un hachazo mal dao…me dieron ganas de salir corriendo al terrontero, pero me quede, con mucha alferecía y una tiricia que toavía no se me ha quitao, pero me quede allí, atontolao, como un pasmarote viendo la cara de mala folla que me ponía, enjuta, con un ojopollo que deberían de investigar los entendios en cosas paranormales, aquello era de otra galaxia, paecia tener vida propia, de repente un tufo mu raro se coló por mi chata nariz, la zambulla de mi duenda suegra olía mu raro y no sé cómo ni porque me entro una picacera que me dio por estornuar, chacho que mal rato pase, aquello hizo pollo en mi gaznate y me dio tosaera, hipo y hasta un follonazo sin música se me escapo…el duende suegro me miro y mu despacio, sin prisas y con voz socarrona me dijo –¿nene y con las orejas no sabes hacer ná?.

De repente tocaron a la puerta y apareció ante nuestros ojos la brujica cubana mas jaquetona que hubía visto yo en la vida, tenía por patas unos jamones que ríete de los que me hubía servio esa noche mi duenda suegra, unos perniles que me hicieron la boca agua, unas teticas con unos pezones que paecían timbres de mansión, -mi amol ¿tienes azúcal?, me dijo con esa voz que paecía venir de los mimos angélicos del cielo y a mi ignorante de la vida no se me ocurrió otra cosa que decirle –¿me dejas que te toque el wiwichi? Y sin esperar respuesta comencé a cantarle con meneo de zambomba incluida, “wiwichi a meri crisma, wiwichi a meri crisma,wiwichi a meri crismaaa, an a api neu yirrrr”. Toavía me duele el tabanazo que me arreo mi duenda en el cabezón, quien me iba a icir a mí que aquello era el comienzo del fin.

Mi duende suegro que paecia tonto cuando lo compramos, desapareció un buen día llevándose consigo a la jamona que aquel día de navidad nos pidió muy dulcemente azúcal y la desaprensiva de mi duenda suegra ya desepara, ale pá mi güiscano a hacerme la vida imposible y yo listo papeles.

Miedo le tengo a las navidades, si no fuera por las pelotas que hace mi duenda, que de una senta me puedo comer hasta veinte, de que me iban a gustar a mi estas fechas, el año pasao mi primo el duende Ustasio se hizo famoso en un anuncio de los cupones, coñio si hubiera ido yo a echar el cupon aquel día ahora seria yo el que estaría veraneando en el Caribe, pero fue a él al que le ofrecieron el puesto, toa la vida defendiendo a la monarquía y ahora va el mariconazo y se hace del papa Noel ese, que no tiene sangre en las venas ni pá hacer media pelota de cocido navideño, se hizo el duende más querido y deseado y llego a codearse con famosos tan apreciados como el Paquirrin o el “cachuli”, en fin Serafín, hay gente pá to.

Pos pijo que toas  las navidades me tiene que pasar algo, que ejraciaico soy coñio, por eso quiero que estas pasen cuanto antes mejor, las cosicas malas hay que despacharlas pronto, tanto barullo no es bueno y eso que a algún tonto el haba no le dé por montar el belén con musgo o hacerse con un pino,  si no volveré a tener el güiscano vendio.

Hay noches en las que pienso que debería de haberme fugao yo con la brujica cubana y ahora mismo estaría amorrao a las galletas campurrianas que tenia por pezones, eso si hubieran sio unas noches mu buenas ¿no creen?.

Pero de todas maneras pasen estas fechas como buenamente puedan, no se me inflen a gambas cabezonas que el colesterol no entiende de fiestas y si se atragantan con el turrón o las uvas no se preocupen, es porque yo les he hecho una visitica de las mías pá joder la marrana un poquico.

FELIZ NAVIDAD A TODOS.

EL DUENDE.