El Duende: ¡! QUE ARROZ Y MARRANO!!

Ante todo darle las gracias a El Eco de Jumilla por ofrecerme la oportunidad de formar parte con mi pequeño granito de arena, en la gran montaña que tienen formada.

Desde hace muchos años mi gran pasión es la escritura y en los últimos años se ha visto recompensado mi trabajo con algunos premios tanto fuera, como aquí en Jumilla, pero ya les digo, no me gusta hablar de mí, prefiero presentarles a ustedes a un personajillo muy peculiar, les diré para que no se asusten que le encantan las palabrotas, vengan a cuento o no, es un poco machista, cachondo, guason, licinciao y muy Jumillano, tanto, que se suele comer con patatas a pelotón (su comida preferida) los finales y comienzos de las palabras. No verán ustedes errores de escritura es que él habla así, como muchos de ustedes y como yo, que pá eso somos jumillanos y nuestra tradición no se debería de perder nunca, porque el “abonico”, “la nona”, “la gobanilla”…son nuestros y de nadie más, si no vayan ustedes a pedir un “agualimon”, un “marrocati” o un “chambi” fuera de nuestras fronteras, verán con qué cara les miran.

En fin, el personajillo en cuestión no tiene nombre o quizás tenga tantos como edad, pero con el tiempo se le han ido olvidando, a él le gusta que le llamen “El duende” y eso que duendes hay muchos, pero si lo encuentran algún día que vayan a coger níscalos o caracoles lo reconocerán por su desparpajo, porque le intentara quitar la cartera y si va acompañado de una señora guapa no lo dude, se le colara en su escote, más que nada para estar calentico. El es así, un duende muy cabroncete o como decimos aquí, fanfosquero, mas necio que una llave de goma y jode más que una china en un zapato.

Una servidora Toñi Lozano y mi compañero de andanzas “El duende” les iremos contando nuestras aventurillas haya por donde vayamos, espero y deseo que les gusten.

Nos iremos viendo por aquí.

Un saludo y muchas gracias.

TOÑI LOZANO

¡! QUE ARROZ Y MARRANO!!

¡! Válgame la nona Antón…!! Pero que se ha creído la meabonico esta, no se piensen ustedes que yo soy asin, tal y como me ha discrito la tonta el fornel, pero si yo soy un angélico del cielo, mira que le gusta enrear. ¿Ven ustedes al duende del retrato? Pos no soy yo, pero a que queda bien pensar que yo podía ser asín, rojico, ojicos azulaicos, esmiriaó, con menos carnes que la tía Angleta en un codo, “tan rebonico”, enantes cuando era mocico me llevaba a las nena de calle, pos no era yo ná, pero ahora…y mira que lo intento, que por mí no queda, pero entre mi duenda y la ejracia de mi duenda suegra, que es del rabo pelao, la hemos cagao.

No les voy a decir como soy, pá que no me echen el guante cuando me vean y mira que la cosa esta mú mala, mira si estará, que he tenio que cambiar de setica unas cuantas veces y luego son ustedes los humanos los que se quejan de la vivienda, coñio ¿y yo?, cagüen pero si el güiscano lo tengo vendio y mas en esta temporá que es cuando se cogen, cada vez que veo aparecer algún bausán con el cernacho o la cestica de mimbre yo me digo pá mis adentros, a que me quedo sin casa y sin bugacaracol, chacho que mal está la cosa.

Tampoco se piensen que soy un zanguango, que yo tengo mi trabajico, aunque no se por cuánto tiempo porque otra cosa no, pero paro hay muncho y muncha necesidad, pero a tocar los huevos no me gana nadie, en eso soy un experto, tanto pá tocarlos, como pá tocármelos, pero a dos manos, siesque con una no me cubro la zona, por eso no podía ser yo el de la afoto…

Mi trabajo consiste en fastidiar a los humanos, vamos, en vaciar alcancías, en rosigar el pan de la lacena, en revolicar lo ordenaó, en sopear lo que ocurre en su casa, en cuatro palabras, en dar el tostón, me las pinto yo solico pá colarme por cualquier rendrija, aunque no se piensen que solo me pueden encontrar en su casa o por el campo (aunque soy más de él que los ababoles), nooo, la vueltecica por la plaza no me la quita nadie y mira que se pasa bien coñio, un arrempujoncico por allí, la gente arremoliná, tos arrepretaicos revolicando los montones de ropa, miavel sis acaso, que parece que se les acaba el mundo y arramblan con toico, marcas reconocidas internacionalmente como los chándales “Adobos “o los obois “Robek” hacen furor entre las respetables amas de casa que tiran de baticola “y luego dicen que hay crisis”. Ya desde cagarín me encantaba abuzarme desde los puestos y observar el trajín desde allá arribota. Mira que gozaba.

Pos ná,  parece que me estoy enrollando más que una persiana, pero siesque les tenía que desbaratar tó lo que había dicho aquí la pájara esta, ya se irán dando cuenta de que a pesar de que soy un poquico cabroncete, también soy un buen duende y que las cosas no hay que tomarlas tan a teta…digo a pecho.

Ya saben estaré aquí al laico asándome unas castañicas al orico la lumbre, que como en la seta de uno no hay ná de ná.

EL DUENDE