Jumilla mantiene el umbral de ventas alcanzado en 2009

En el primer cuatrimestre de 2009 las ventas de vino embotellado de la DO Jumilla alcanzaban cifras históricas llegando a incrementar en un 11,2% las ventas con respecto a 2008. Pues bien, en el mismo período de 2010 las cifras son ligeramente superiores a 2009 por lo que se puede concluir que, el aumento experimentado en el año anterior se mantiene, dando la razón a aquellos que ya apuntaban que con esfuerzo la crisis podría suponer una oportunidad para esta Denominación. En números, estas cifras se traducen en más de 5,5 millones de botellas vendidas entre enero y abril de 2010.

Y puestos a desglosar datos, señalar que en la campaña 2009/2010 se vendimiaron como uva DO Jumilla 83.977. 611 kg, de los cuáles 80.727. 187 fueron de uva tinta y el resto de uvas blancas. De esta importante cantidad de uva, se ha calificado como vino con Denominación de Origen de la campaña 2009/2010 un total de 25.499.372 litros. De este total, cerca de 23 millones corresponden a vino tinto, tanto el vino blanco como el rosado supera en unos miles el millón de litros y de vino dulce se han calificado, 429.000 litros.

En cuanto a la comercialización de vino con el marchamo DO Jumilla realizada en el año natural 2009, señalar que en total se vendieron en torno a los 16,5 millones de litros de vino. De estos, el 46% fue vendido en el mercado nacional y el 54% restante en el extranjero. De las ventas en los mercados exteriores sale otro dato significativo ya que el 62% de estas ventas fueron como vino embotellado, continuando así con la tendencia de mantener la cantidad pero cambiando el granel por el embotellado.

Desde el CRDO Jumilla, habida cuenta de que todavía estamos inmersos en una fuerte crisis, estos datos se valoran positivamente ya que los mercados están respondiendo y Jumilla se está situando, sin aspavientos y con certezas, como una Denominación de Origen que es sinónimo de calidad, de vinos embotellados que aportan al mercado vinos con unas características que les hacen destacarse tanto por su relación calidad-precio como por ser vinos golosos, con complejidad y carácter que tienen mucho que aportar a un mercado en el que cada día es más importante escapar de la globalización y tener una seña de identidad propia como es la Monastrell para Jumilla. Además, estas cifras vienen a corroborar que apostar por la calidad desde la cepa es el camino a seguir y que con el esmero de los viticultores y bodegueros igual que ahora se mantienen los umbrales, si somos constantes, se podrá llegar a hacer realidad el cambio hacia la rentabilidad que por la que todos trabajamos.