AMFIJU celebra el 3 de diciembre “Día Internacional y Europeo de las Personas con Discapacidad”

AMFIJU con motivo del Día de la Discapacidad, que se conmemora el próximo 3 de diciembre, realizamos una actividad en la que pretendemos concienciar y al mismo tiempo visualizar, la discapacidad orgánica que es la gran desconocida en la sociedad puesto que no se ve, pero afecta seriamente en lo personal y en lo social a las personas que la padecen, con una gran repercusión en la calidad de vida.

AMFIJU quiere comunicar públicamente sus propuestas para acabar con la vulneración de derechos, libertades e igualdad de oportunidades de este grupo social.

MANIFIESTO

“LA DISCAPACIDAD ORGANICA LA GRAN DESCONOCIDA”

La realidad a la que se enfrentan las personas con discapacidad orgánica es la invisibilidad, la incomprensión y la falta de reconocimiento.

AMFIJU quiere visibilizar la discapacidad orgánica, porque existe, y es una realidad que afecta a miles de personas.

¿QUÉ ES LA DISCAPACIDAD ORGÁNICA?

La discapacidad orgánica se produce por alteraciones que se originan en el interior del cuerpo humano. Son muy diferentes entre sí, y las personas que las tienen encuentran problemáticas muy diversas. Algunas de ellas son limitaciones en la vida diaria, la necesidad de seguir tratamientos y atención sanitaria continuada, elevados grados de dolor, ser más vulnerable a infecciones pudiendo llegar a derivar en discapacidad física.

¿CUAL ES LA REALIDAD DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD ORGÁNICA?

■ Invisibilidad, porque a simple vista no se detectan, por lo que son las más olvidadas por las políticas públicas, los medios de comunicación y desconocidas por la población en general.

■ Incomprensión, porque la invisibilidad y  el desconocimiento provoca una falta de empatía tanto a nivel social y laboral como en el propio entorno familiar. Esta situación, como podéis imaginar, en muchos casos provoca el aislamiento y soledad de las personas afectadas.

■ Y falta de reconocimiento, ya que los servicios de valoración de la discapacidad de nuestro país, en muchas ocasiones, no reconocen oficialmente la discapacidad orgánica por no disponer de un baremo de valoración equitativo y justo.

¿QUÉ QUEREMOS?

■ El movimiento asociativo de la discapacidad lleva reclamando años la actualización del baremo de valoración del grado de discapacidad que se regula por un Real Decreto del año 1999, el cual no se ajusta al modelo de derechos humanos, impuesto por la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y que debe inspirar todas las políticas y normativas públicas.

■ Cae por su propio peso que después de 20 años, las cosas deben cambiar. A día de hoy los criterios con los que se determina el grado de discapacidad se han quedado anticuados. Urge por tanto esta revisión y actualización.

■ Debemos terminar con la volatilidad de que ese reconocimiento sea aceptado o no en función de que la persona encargada del mismo “crea” lo que la persona le esté contando. No se trata de un acto de fe, se trata de un derecho.

■ Las personas con discapacidad orgánica llevan mucho tiempo organizadas en forma de asociaciones o federaciones. Por lo tanto, el conocimiento acumulado es alto, lo que les permite participar activamente con las administraciones.

Reivindicamos:

• La revisión y actualización del baremo de valoración del grado de discapacidad.
• Que se tenga en cuenta al movimiento asociativo de la discapacidad, que se ofrece como colaborador con las administraciones en todo lo que sea necesario para proporcionar las herramientas para el cambio.
• La importancia de una atención sociosanitaria coordinada, continuada y personalizada, que busque mantener unos estándares de calidad de vida de todas las personas.
• Que se comience un camino cuyo destino sea la plena inclusión de las personas con discapacidad orgánica en todos los ámbitos de la sociedad.