“Me han quitado a los niños porque han querido”

Reclama que le devuelvan a sus hijos de 6 y 8 años

Irene SM

Escarlata Sabater tiene 23 años, es alicantina y reside en Jumilla desde hace siete años. Ha decidido recurrir al Juzgado de Familia la suspensión de la patria potestad de sus dos hijos, de 6 y 8 años. Los niños están a cargo del Servicio de Protección de Menores de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia desde el pasado mes de abril y, según Escarlata, no hay ningún motivo justificado para ello.

Asegura que todo comenzó cuando su hijo mayor, con hiperactividad que puede derivar en agresividad, se escapó de una rabieta en agosto de 2015 y fue encontrado por la Policía a tres kilómetros del casco urbano. Cree que no han comprendido que su hijo tiene un carácter fuerte y que exagera e inventa situaciones a raíz de pequeños conflictos que luego relata de manera diferente.

Tampoco entiende que la situación de su marido, actualmente en prisión, tenga que afectarle a ella y a sus hijos. “Yo trabajo y a mis hijos nunca les ha faltado de nada”, relata. Cuenta que es capaz de pagar su hipoteca de 500 euros, sus facturas y todo lo que necesiten sus pequeños. Mientras explica su historia, saca su teléfono móvil y se escucha a un niño llorar. Se trata de la última visita, la que le permiten los domingos, explica.

Insiste en que desean volver con ella, que no quieren estar allí y, menos, recalca, separados; en centros diferentes. Ha habido un cambio de versión, considera, “primero me dijeron que no tenía autocontrol sobre mis hijos y después que el motivo son los antecedentes de mi marido”.

Esta alicantina reconoce que su vida no ha sido fácil, pero afirma que cuenta con ayuda de su madre, “en lo que puede porque tiene un hijo mejor a su cargo”, y que le ayuda la familia de su marido desde Bolivia. También sabe que ha habido muchos cambios de residencia en su historia. “Todo ha sido para poder buscarme la vida, íbamos donde había más trabajo”, nos dice. Sobre el futuro, espera poder recuperar a sus hijos y, para eso, afirma que está siguiendo las indicaciones que le han dado, entre ellas hay visitas al psiquiatra, al psicólogo o terapia de padres.

Protección de Menores asegura que siempre se siguen “valores objetivos al máximo”

Desde el Servicio de Protección de Menores, por su parte, explican que cuando se declara una situación de desamparo para unos niños se debe a que se ha determinado que los menores no están cuidados debidamente por sus padres. Para tomar esta decisión se tienen en cuenta informes de muy diversa índole, resaltan, como los provenientes de Policía Local, Servicios Sociales, Centro de Salud de Atención Primaria, el colegio de los niños o la propia familia, según cada caso.

Una vez comprobados los indicadores, se producen varias reuniones y comisiones, además de la última revisión por parte del cargo superior del Servicio de Menores, que determinan la resolución con “valores objetivos al máximo”. Los padres pueden realizar alegaciones y recurrir ante el Juzgado de Familia y, si rehacen su vida, recuperar a sus hijos. También existe la posibilidad de que sean acogidos por el entorno familiar, siempre que quieran y puedan, matizan.