Los Pasos

Coloquémonos en Viernes Santo, la procesión del Santo Entierro.

Pasa el Sepulcro con el Cristo muerto, ya todo está consumado, ya ha realizado su pasión y muerte iniciática (no la muerte física, sino el paso de la vida material a la espiritual), veamos lo que sigue. Para ello hemos de realizar un ejercicio de abstracción y pensar que las imágenes que siguen al Sepulcro no son lo que parecen, así olvidémonos que la Magdalena, San Juan, o la Dolorosa son tales, olvidémonos de esos nombres y miremos las imágenes limpias y sin nombre, fijándonos solamente en lo que nos dice su expresión corporal. Muerto el Cristo el siguiente “paso” es su transformación en un ser en posesión del Grial (la copa) ha parido la materia (la calavera a sus pies) y ha dejado al descubierto su parte femenina (la espiritualidad).

En el siguiente “paso”, San Juan representa que se ha convertido en un maestro iniciado, así nos lo dice ese amago de enseñar la rodilla derecha (se sube las vestiduras) y esa es la señal, así como la forma en que enseña su mano, son los dedos haciendo un saludo, como se reconocen entre sí los grandes maestros iniciados. El “paso” que viene a continuación (obviamos a San Pedro por su incorporación reciente) es la Dolorosa, su puñal clavado en el corazón. El puñal es el símbolo del combate para la conquista del conocimiento, rompe la oscuridad de la ignorancia, es el hombre perfectamente realizado, es así mismo símbolo de la vida eterna, en él reside el espíritu sede de la sabiduría. Otras imágenes llevan siete puñales añadiendo así otro símbolo, el del siete, que significa la totalidad de las energías, el final de un ciclo completo. A nuestro Cristo solo le resta “bajar a los infiernos” el viaje post-morten a sus mundos internos y resucitar con un Ser totalmente generado. ¡El triunfo del espíritu sobre la materia!

Cuando llega la Semana Santa se oyen conferencias, coloquios, charlas sobre ella, pero únicamente se comenta cuando se compro una imagen, su coste, que traje llevaban los armaos en el año tal…etc., todo lo accidental, lo puramente anecdótico, dejando de lado los fundamental, la ESENCIA de la enseñanza espiritual que nos cuentan los desfiles.

Dejemos a un lado lo anecdótico, incluso la forma (el catecismo Cristiano) y centrémonos en el mensaje último. No solo la divinidad representada por el Cristo, Dionisios, Orfeo, Mitra etc., pueden alcanzar ese grado; La sabiduría ancestral de esos mitos universales nos viene a decir que el HOMBRE cuando está maduro para la experiencia, es el sujeto que recorre el camino iniciático que le lleva a convertirse en un SER SUPERIOR, ¿no nos dice acaso la Iglesia Católica que todos somos Cristo?

Gracias por haber leído hasta el final mis pequeños artículos sobre la Semana Santa. Tengan en cuenta la dificultad de encontrar un lenguaje apropiado para transmitir esta materia; Lejos de mi personalidad, el misticismo, pero era preciso no desvirtuar esta historia de la muerte mística cien por cien de índole espiritual.

Por Próspera Muñoz Jiménez.