Arzobisperos viajeros

Los alumnos del IES Arzobispo Lozano viajan a Cartagena, Abarán y Cieza

Redacción

Hace unos días, un grupo de 53 alumnos de 1º de ESO y 1º de Bachillerato, acompañados por profesores de los departamentos de Francés, Religión y Geografía e Historia visitaron algunos de los muchos restos romanos con que cuenta la ciudad de Cartagena.

Los alumnos repasaron el origen fundacional en el 227 a. C. de la Qart Hadast cartaginesa, visitando el Centro de Interpretación de la Muralla Púnica.

Así mismo, y siguiendo el proceso histórico, los alumnos visitaron el Augusteum, o templo dedicado a Augusto y tuvieron la gran suerte de coincidir con la exposición temporal de la Fundación Sophia y prevista hasta el 30 de Junio “Tutankamon: Tumbas, dioses y templos” que recrea la tumba intacta del joven faraón Tutankamon, con una cuidada selección de 44 reproducciones de su ajuar funerario que fueron encontradas en 1922, por el arqueólogo Howard Carter. .Una de las piezas estrellas de esta muestra es la reproducción a tamaño real del sarcófago interior que contenía la momia de Tutankamon.

Como colofón al acercamiento del pasado romano de la ciudad portuaria y como si de una entrada triunfal se tratara, concluyeron la visita en el gran teatro romano, parangón al de Mérida. Contemplaron la magnificencia de su escenario y gustaron de pisar su “gallinero” para simular uno de tantos momentos de algarabía vividos en el propio teatro.

Además, hace unas semanas, 40 alumnos de 2º ESO, junto con profesores de Religión y Ciencias Sociales, visitaron las localidades de Cieza y Abarán para conocer de primera mano el legado musulmán en relación al aprovechamiento del agua, junto con el museo de la Semana Santa de Cieza.

Comenzaron la mañana en Cieza, visitando la acequia de la Andelma, un cauce milenario construido por los árabes y que puede considerarse una reliquia hidráulica que cumple casi como el primer día su función de regar los huertos del entorno de la Atalaya. Además permanece en su estado original y se puede observar el precioso ecosistema asociado a este cauce fluvial, donde aún las nutrias son buenas conocedoras de la excelente salud de la que goza este monumento vivo.

Pudieron conocer el funcionamiento de un molino harinero hidráulico accediendo al Molino de Teodoro del s.XVI, totalmente rehabilitado para las visitas y que conserva buena parte de su maquinaria original. Su visita ayudó a conocer el proceso tradicional del trabajo de harina por molienda del trigo. En la planta baja se ubica la maquinaria precisa para la molienda, mientras que la segunda planta recoge otros servicios más específicos, como el cernido y el sasado, que dotan a este molino de gran singularidad dentro de la región de Murcia.

También visitaron la Casa Museo de la Semana Santa, que alberga en su interior una parte importante del patrimonio de las Cofradias de la Semana Santa de Cieza: imágenes, tronos, estándartes, faroles, báculos, vestuario, etc. Y que configura una de las reseñas culturales más importantes de la Región de Murcia.

Tras almorzar se dirigieron al Museo Siyasa, que alberga una extraordinaria muestra del patrimonio arqueológico y etnográfico de la ciudad de Cieza. Especialmente importante es la colección correspondiente a la época andalusí, pues en Cieza se localiza el más importante yacimiento europeo en elementos decorativos arquitectónicos de estilo árabe: Medina Siyâsa.

Los alumnos pudieron disfrutar de la rica decoración recuperada durante la excavación de un barrio de la antigua Siyâsa, y muy especialmente, la reproducción a tamaño real de dos viviendas documentadas, con su decoración original, y que confieren a este museo una destacada singularidad. Todo ello lo convierte en un museo único en su género en toda la Península. Experimentaron cómo era la vida en el hogar de los musulmanes en época andalusí, unos hogares tradicionalmente cerrados al exterior para preservar la intimidad de la familia, con sus celosías, entradas en codo, etc…

Finalizaron la mañana en la localidad de Abarán para conocer la Ruta de las Norias. Y es que éste es un elemento clave en el sistema de aprovechamiento del agua en nuestra región. Visitaron la Noria Grande, que data de 1818, teniendo un diámetro de 8,20 metros y está enteramente construida en madera y muy bien conservada. Para cerrar esta jornada anduvieron por el margen izquierdo del río Segura y pudieron disfrutar de paisaje de huerta apenas alterado desde la Edad Media.

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