Remontada del FC Jumilla para derrotar a la Balompedica Linense (2-1)

Gran encuentro del Jumilla tras despertar gracias al gol de Carlos Álvarez que también provocó la falta del segundo

Volvía el fútbol al Uva Monastrell y el Jumilla recibía la visita del sexto clasificado y equipo menos goleado de la liga, aunque la Balona no venía consiguiendo resultados positivos en las últimas jornadas. Tras las ya oficiales salidas de Donovan y Stevenson, el míster pone sobre el césped a Simón, Migue, Mario Marín, Leak, Robles, Manu Miquel, Manolo, Peque, Oscar Rico, Ming Yang y Carlos Álvarez.

Foto: Nicolás Moreno

Comenzaba el partido complicado para los jumillanos, y las imprecisiones de los jugadores de Pontes estaban presentes en cada balón que tocaba el equipo vinícola. Mucho le costó entrar en el partido al FC Jumilla y todavía se ponían las cosas más feas con el gol de Pirulo en el minuto 11 que ponía por delante al equipo andaluz. Los de Pontes intentaban despertar y tras un balón largo que se complicó dentro del área de la Balona, Migue era derribado dentro del área y el colegiado señalaba penalti, una pena máxima que se encargaba de trasformar Carlos Álvarez engañando a Montoya. Solo 4 minutos después, el propio delantero asturiano recibía una falta a pocos metros del borde del área y Manu Miquel ponía el segundo de libre directo en el minuto 34. El Jumilla le había dado la vuelta al marcador antes de pasar por vestuarios.

Ya en la segunda parte, el equipo de Pontes salía con la idea clara de mantener ese resultado e intentar aprovechar las jugadas al contragolpe y los de La Línea subían la presión con la entrada de Mai sustituyendo a Abel Moreno, claro ejemplo de que querían ir a por el partido. El FC Jumilla se defendió a la perfección, e incluso manteniendo la posesión del balón durante gran parte de la segunda mitad, lo que evitó que se vieran ocasiones peligrosas sobre la portería de Simón. Con la entrada de Dieguito, Bouba y Sylvain por parte del Jumilla iba a morir el partido con un resultado favorable y casi inesperado para los de Pontes.