Desde el Altiplano y hasta la nona

Más de dos años buscando trabajo en las empresas del Altiplano. Lo tengo muy, pero que muy difícil. No me voy a rendir, nunca abandonaré, pero estoy decepcionado.

Siento que mi tierra está abandonada de la mano de Dios, en medio de la nada, apartada de la capital y con malas comunicaciones. Cómo estoy flojo de dinero me muevo en bus, otro problema. Con nuestros horarios de medios de transporte público moverse en el mundo profesional es casi imposible.

Lo que más daño me hace es que NO TENGO ENCHUFES. Esta tierra mía es reino de CACIQUES. Es una locura, pero siempre ha pasado así.

Sólo soy buena gente y trabajadora, con muchas ganas, pero eso parece que vale de poco. Si algún día me encuentro a alguien que hable de Responsabilidad Social Empresarial le diré: ¿y yo qué?, ¿es que no valgo más que el primo segundo de la suegra del jefe?

Voy a gritar, gritar, gritar, hasta que me hagan caso. Necesitamos que traigáis dinero para que se monten empresas aquí. No queremos irnos. Ahora tenéis una autovía “de lujo” para atraer oportunidades.

En algunos momentos pienso que ni siquiera nosotros mismos confiamos en esta tierra, porque el dinero que tiene el pueblo debajo del colchón o se queda allí o se va a Murcia, aquí no apuesta nadie por nosotros.

Cada vez que veo una viña arrancada, cada vez que cuelga un cartel de CERRADO en una empresa  o cuando comentamos en el bar que la única forma de salir adelante es TRABAJAR EN NEGRO, se me revuelven las tripas.

Y vosotros que tenéis poder y dinero, confiar en nosotros. Somos gente de ley y con muchas ganas, luchamos todos los días para formarnos, para ser mejores. Necesitamos una oportunidad.

¡Ah!, me canso; pero no voy a dejar de luchar  porque cada vez que oigo el nombre de Yecla o Jumilla se me ponen los pelos como escarpias. Hoy vuelvo a enviar mi currículo a los mismos de siempre, con la esperanza de que salga algo.

Me gustaría que el Altiplano estuviera unido no sólo por una autovía.

De Silvia, Paca, Amada, Cristina, Arancha, Paqui, Almudena, Merche, Inma, Mari Carmen, Pedro, Roque, y muchos más que no tienen la oportunidad de expresarse.