El Laboral

«Los orígenes» 

Cuando una institución arraiga en la cultura de una comunidad, aun cuando con el paso del tiempo cambie su denominación, difícilmente los las gentes que la vieron nacer olvidan su nombre original. De este modo, la expresión «El Laboral» será como la mayoría de mi generación nos referiremos al actual IES “Arzobispo Lozano”. Al igual que hemos visto llamar siempre a nuestros abuelos recién desaparecida CAM como «Cámara» ya que para ellos nunca dejó de ser la Cámara Agrícola de Jumilla.
Bajo este nombre abrimos en El Rendrijero una sección fija donde guardar las imágenes que se recopilaron con motivo del 50 Aniversario del Instituto Laboral de Jumilla, que tuvo lugar en 2003. Como quiera que participe en la comisión de ex-alumnos que organizaron el evento, recuerdo que hubo un compromiso para crear una página Web o a través de la que hacer llegar a los participantes una copia de las imágenes. Es evidente que, una década después, dicha página no se ha creado y a menudo amigos y conocidos nos preguntan acerca de las fotos, muchas de las cuales formaron parte de la exposición que se realizó entonces con motivo del aniversario.
Como por otra parte conservo copia digital de el trabajo de recopilación que entonces se hizo y en el que participaron profesores como Asunción Guardiola, ex-alumnos como María Plá, Isidoro Tomás, Plácido Cañadas y algún otro que habré olvidado; he creído necesario aprovechar este medio para cumplir aquel cometido pendiente.
Iniciamos ahora pues, el recorrido que recogerá en de imágenes la historia de ésta institución educativa, iniciando su recorrido durante el segundo lustro del pasado siglo con las fotos referidas al primer año de funcionamiento del Laboral, con la promesa de ir ampliando este recorrido a través de las imágenes, en las siguientes y sucesivas semanas.
En nuestra primer entrega, correspondiente a 1953, aparece una foto muy curiosa que ilustra el presente artículo. Se trata del propio Instituto Laboral en construcción; pero lo sorprendente del caso es que si prestan atención a las ventanas de la torre, observaran que son de arco de medio punto, cuando como sabemos, se terminaron de forma rectangular. Ignoramos a que fue debido el cambio de última hora y porqué su arquitecto D. Eduardo Giménez Casalins, adoptó esa decisión.
Arquitecto, que en el diseño  del edificio realizó muchos guiños a Jumilla, sus gentes y su cultura. De hecho, los volúmenes del edificio recogen en su fachada principal y en la Oeste la silueta tan familiar de nuestro Castillo, es decir un ala alargada a la que se adosa la torre, tal y como ocurre en la fortaleza que dió origen a la ciudad.
Otro guiño del arquitecto lo tenemos en los ocho escudos heráldicos que decoran las cuatro esquinas de la torre, al colocar dos de ellos a ambos lados sus cuatro  caras o fachadas. De este modo, su fachada Norte (la principal y de entrada), muestra el escudo de Espinosa de los Monteros y Pérez de los Cobos ; (las dos familias más importantes en riqueza y abolengo de Jumilla); en la Este, aparece el escudo de los Guardiola y el de los Tomás; en la Sur el de los Fenández y Cutillas;  finalmente su cara Oeste muestra los escudos correspondientes a los apellidos Abellán y Lozano.  Algunos de estos apellidos corresponden  miembros de  los 80 caballeros que con el Infante D. Fadrique contribuyeron a la conquista de Jumilla, caso de los Fernández que proceden de Sancho Fernández (cuyo hijo y nieto participaron en la contienda), al igual que los Cutillas por su descendencia de D Pedro Cutillas, quien también participó en dicha conquista. Otros como los Lozano de origen aragonés acompañaron a Jaime I en su reconquista.
Las obras del Instituto laboral finalizaron en 1955 como reza una inscripción realizada en el umbral de su entrada principal junto al nombre del arquitecto, pero ya en 1954 se dieron clases en el edificio.
Esperamos que  en las páginas correspondientes a los distintos años que iremos publicando, sean los propios protagonistas y sus allegados quienes nos precisen nombres y detalles de todas las imágenes a fin de completar cada una de sus historias. Nuestro propósito no es otro que contribuir a la memoria de la que sin duda es la institución educativa más importante para Jumilla en la segunda mitad del siglo XX, procurando con ello rendir homenaje a rostros y apellidos de quienes fueron sus artífices, profesores y alumnos que, lamentablemente,algunos de ellos ya no están hoy entre nosotros.