Fray Francisco Javier estrena su sacerdocio en el Monasterio de Santa Ana

El pasado sábado, en el marco incomparable del atrio de este convento de Santa Ana del Monte, el Hermano Fr. Francisco Javier, estrenó su sacerdocio, recientemente recibido, presidiendo su primera eucaristía.

Según las crónicas, la anterior celebración de un semejante acontecimiento data del 11 de julio de 1966 en el que cantó su primera misa Fr. José María Bustamante Lozano, que en paz descanse, franciscano y natural de Jumilla.

Cobijados bajo el  olmo que cubre el atrio, los padres, hermanos y sobrinos de Fr. Javier, junto a un nutrido grupo de fieles amigos del convento, así como participantes de los grupos de oración y miembros de la OFS  que él atiende, a las 12 horas iniciaron la celebración a la que asistieron seis hermanos de los conventos cercanos de Albacete, Murcia-La Merced y Onteniente.

Hizo de maestro de ceremonias el P. Pedro Ruíz Verdú, Vicario del Convento jumillano, y él mismo predicó, con la maestría que le caracteriza, dirigiéndose a Fr. Javier para  recordarle algunos elementos esenciales del sacerdocio recién recibido: “ser ministro de Cristo para los demás” porque “el servicio es … el tesoro que Dios Padre ha puesto a tu alcance”. Le recordó  que aunque “segregado” en cierta medida por el sacerdocio  ello no implica estar “separado  del pueblo de Dios” y concluyó: “Que seas siempre un sacerdote según el espíritu de san Francisco de Asís”.  Acompañó con sus canciones un coro formado por  la fusión de otros dos coros parroquiales.

Concluida la eucaristía, Fr. Miguel Antequera tuvo el detalle de ofrecer a todos los presentes una refrescante y oportuna sangría, mientras Fr. Javier recibía todo el afecto y reconocimientos de quienes compartieron con él su primera misa cantada.

La fiesta continuó ya en el interior del convento, algo más fresquita que el atrio, en donde se pudieron hidratar más convenientemente y entre bebidas refrescantes y vinos de Jumilla degustaron una excelente paella o gazpachos jumillanos, cocinados para esta ocasión por Pedro Rucho, de la Hermandad del Cristo de la Reja.

Por el Padre Oliver