Emotivo traslado del Smo. Cristo Yacente de la Cofradía de la Guarda del Cuerpo de Cristo

En una noche cargada de significado espiritual y devoción, Jumilla se vistió de recogimiento para presenciar el traslado anual del Smo. Cristo Yacente de la venerada Cofradía de la Guarda del Cuerpo de Cristo. Bajo el manto de la primera noche de Cuaresma, una multitud numerosísima se congregó para acompañar el solemne cortejo desde la iglesia del Monasterio de Santa Ana hasta su ermita en el Huerto, marcando así el inicio de un período sagrado para la comunidad.

Dirigidos por las palabras cargadas de fervor del presidente de la Cofradía, Miguel Ángel López, y las preces del Padre franciscano Fray Antonio Trucharte, los fieles se sumieron en un ambiente de reflexión y piedad, mientras las antiguas oraciones resonaban en el aire sereno de la noche.

El Smo. Cristo Yacente reposaba majestuosamente frente al altar, preparado para su traslado sobre un catafalco de sábanas blancas, evocando la pureza y la solemnidad del momento. A sus pies, una copa con mirra, evocación simbólica de la tradición hebrea que resguardaba el cuerpo de Cristo, fue llevada en procesión por Mª. Fuensanta Sánchez, presidenta de la Cofradía de Santa María Magdalena, honrando así una tradición que perdura a lo largo de los siglos.

El cortejo fúnebre, impregnado de simbolismo y devoción, avanzaba con la Cruz del Traslado a la cabeza, portada por Alfonso Bleda, donante de la imagen del crucificado, flanqueada por faroles que iluminaban el camino, portados por distinguidas figuras de la comunidad como Fili Simón y Dami Herrero. El Smo. Cristo Yacente fue llevado con reverencia por Antonio Ramos, presidente de la Junta Central de Hermandades y Cofradías de Semana Santa, y Juan Francisco Martínez, Vicesecretario de la Junta Central, acompañados por devotos hermanos de la Cofradía de la Guarda.

Tras ellos, la Sma. Virgen María de Las Penas, conducida con delicadeza por María Isabel Palao, presidenta de la hermandad de la Virgen, cerraba el cortejo, rodeada del amor y la entrega de las voluntarias hermanas de la Hermandad.

A lo largo del recorrido, las estaciones del Via Crucis fueron leídas con solemnidad por distinguidas personalidades de la comunidad, entre ellas el Padre Trucharte, la Secretaria de la Junta Central Inmaculada Montoya, la Presidenta de Caritas Jumilla, José Abellán, y Sinfo Sánchez, concejal del Ayuntamiento, entre otros.

A su llegada a la ermita, el maestro violinista Bernardo Simón brindó una emotiva interpretación barroca, cuyas notas vibraron en el silencio de la noche, conmoviendo profundamente al numeroso público presente. La imagen del Yacente, una vez depositada en su morada temporal junto a la copa de mirra, será venerada durante los cuarenta días de Cuaresma, hasta su descendimiento a Jumilla el Jueves Santo.

En este acto de fe y devoción, Jumilla se une en un vínculo espiritual que trasciende el tiempo, honrando una tradición ancestral y renovando el compromiso con la fe y la reflexión en el camino de la redención.