En estos días pasados en Francia observaba en sus gentes y en sus calles idéntico entusiasmo por las elecciones europeas del próximo domingo del que tenemos aquí; es decir, ninguno. Para ser sincero me atrevería a decir que los franceses pasan todavía más olímpicamente de Europa que nosotros, al menos esa impresión me dio.
Todo ello, además, cuando una de las líneas más importantes de la política comunitaria es la PAC (ayudas agrícolas), que suponen el 40% de su presupuesto y de la que los agricultores franceses son los máximos perceptores. Claro que yo no anduve por la campiña francesa sino por la cosmopolita capital parisina. Sera por eso quizá.
De no ser porque a la llegada al hotel solía poner un rato la televisión y en las cadenas nacionales de la radio-televisión francesa aparecían los espacios cedidos a las candidaturas, les confieso que no me habría enterado que en ese país se iban a celebrar también elecciones. Sólo el miércoles, día de mi regreso, una de las candidaturas minoritarias en Francia me la topé repartiendo su pasquín a la entrada del metro, por lo demás, no he visto un solo cartel electoral en las calles o plazas o acto electoral en los cinco días que estuve.
Ya de nuevo en suelo español denoto una desgana mayoritaria, en el circulo de conocidos y amigos que me rodean, existe agarrarse a lo que sea; unos, en tal de dar una lección al PPSOE reinante y turnista, otros apuestan más por un rotundo “Que les vayan dando” y piensan no acudir a las urnas.
Hablando con algunos de ellos he conocido propuestas singulares que algunos hasta ya han votado por correo, me cuentan que hay una candidatura de “Escaño en blanco” o “Escaño vacío”, cuyo único punto de su programa es dejar vacíos los escaños obtenidos en Bruselas, ya que prometen no tomar posesión del mismo de obtenerlo en las urnas el próximo día 25. Otra opción, no menos pintoresca es la de “Enfermedades raras y discapacitados” que imagino quieren defender de este modo más ayudas y prestaciones para esos casos.
En otras palabras… si Ud. está, como estamos la mayoría, hastiado y desencantado de toda esta parafernalia que en el fondo y, por más que nos digan, sólo sirve a ellos y a los intereses de los lobbies más importantes; tenemos muchas opciones y variopintas para expresar nuestro descontento de una forma que perjudique a las grandes opciones.
Si esta harto, cansado, decepcionado; si ya no cree que esto sirve salvo para que unos cuantos se jubilen en el cementerio dorado de Bruselas; si es de los que cree que la UE es la unión de los mercaderes que no de los pueblos; si es así haga lo que haremos otros muchos desesperados, acudir a votar a estas opciones minoritarias para expresar así de una vez por todas nuestra repulsa a una Europa viciada, tan viciada como nuestra política nacional.
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