La semana que se inicia es crucial para recuperar los mercados europeos y el pulso a la actividad agraria

La falsa alarma provocada por las desafortunadas declaraciones de la Consejera de Sanidad de Hamburgo, Cornelia Prüfer-Storcks, que culpó a una partida de pepinos procedentes de España como los causantes de la grave crisis alimentaria provocada por la infección con la bacteria E.coli de miles de ciudadanos europeos y el lamentable fallecimiento de diecinueve de ellos, ha provocado sobre el sector agrario español un efecto brutal por aunarse dos circunstancias: la primera, la pérdida de producciones ya recolectadas o a punto de serlo por el cierre de los mercados decretados por algunos estados miembros de la UE y por la bajada espectacular del consumo, y la segunda, no menos grave, por la caída generalizada de precios de todas las producciones de hortalizas y de fruta, que está siendo espectacular en la Región de Murcia en productos como la patata, el melón y la sandía, el pimiento, el tomate y la fruta de hueso, superando el 50% en referencia a los precios antes de la crisis. Crisis que, dicho sea de paso, va a suponer unas pérdidas de empleo espectaculares, extendiendo con ello el daño económico a otros sectores.

Una vez que la canciller Ángela Merkel haya dado a conocer, en carta remitida al presidente del gobierno de España, la disposición del gobierno Alemán a apoyar aquellas medidas que la Comisión Europea vaya a poner en marcha de inmediato para indemnizar a los agricultores por los daños causados, es del todo punto necesario que, a la mayor brevedad, todos los agricultores afectados por el cierre de mercados y la brutal caída del consumo y de los precios en origen, tanto de hortalizas como de frutas, conozcan las ayudas que se van a poner en marcha y los mecanismos para acceder a ellas.

Por la información que se nos ha facilitado por las Administraciones central y regional –no nos cansaremos  de exigir su leal colaboración para una solución eficaz de este grave problema-,

las medidas que se  van a arbitrar desde la Comisión serán las derivadas de la tradicional política comunitaria conocida como RETIRADA, o lo que es lo mismo, que todas aquellas partidas de productos agrarios que el mercado no es capaz de absorber por razones excepcionales, como es el caso, serán retiradas de la cadena de distribución y remuneradas al agricultor a un precios que ha de establecerse por la Comisión según se trate de cada producto (sea pepino, lechuga, tomate, pimiento, patata, melón, sandía, melocotón, nectarina, etc.), todo ello bajo un control estricto y exhaustivo de las administraciones para evitar cualquier intento de fraude por algún desaprensivo. De esta manera, los agricultores afectados, estén en alguna Organización de Productores o actúen por libre, que se acojan a estas medidas, llevarán sus hortalizas o frutas a los lugares que se habiliten a tal fin y en las condiciones que se establezcan, en donde serán perfectamente evaluadas por los inspectores para aprobar su retirada y, por tanto, el acceso a las ayudas por parte del productor.

El destino de esas producciones -que nos tememos va a ser de muchos miles de toneladas- ha de ser, y este será un empeño prioritario para COAG Murcia, para la potenciación de un Banco de Alimentos con destino a sectores desfavorecidos o a Obra Social (comedores escolares, hospitales, Cruz Roja, Jesús Abandonado y otras ONG, etc.) y, en segundo lugar, la alimentación animal, movilizando para ello al sector ganaderos regional, tan importantes. Por último, si es el caso, la destrucción.

COAG Murcia, aún valorando este apoyo a la retirada que la Comisión aprobará sin ninguna duda -como también apoyará la financiación de una importante campaña de promoción del consumo comunitario de frutas y hortalizas españolas-, exige también que se estudie otro tipo de ayudas que palien, aún en parte, la mencionada caída de precios que ya se está produciendo y que no sabemos hasta donde nos va a conducir y que, lamentablemente, se está convirtiendo en el principal efecto de la lamentable gestión política de las autoridades alemanas, en primer lugar, de la propia Comisión y de otros muchos países europeos que han promovido el cierre de fronteras a nuestras producciones, además de Rusia.

Desde COAG Murcia, queremos valorar, por su importancia, la actitud generalizada de la industria conservera murciana que, en un gesto que les honra, están contribuyendo a retirar el excedente de producto en fresco, en especial el pimiento, para proceder a su compra para su industrialización, evitando así su destrucción, por lo que hacemos en este punto un llamamiento a otros agentes comerciales para que no traten de utilizar esta circunstancia para bajar, de manera especulativa, el precio de estas producciones en fresco y pedimos que la administración se involucre y haga suyo este llamamiento.

Por estos motivos, la agenda de trabajo de nuestra organización va a ser muy apretada y, así, la Coordinadora Regional de COAG Murcia se reunirá el lunes al mediodía para abordar toda esta problemática de grave crisis en el sector por el hundimiento de precios en origen de nuestras producciones agrícolas y aprobar el calendario de acciones a desarrollar de inmediato. Ese mismo lunes, a las 21:00 horas la tarde-noche, se celebrará una Asamblea en Fuente Álamo (en el Edificio Agrario) con los productores de melón y, el martes, otra similar en La Puebla-Cartagena (en el Salón Multiusos) con los productores de patata, celebrándose en días sucesivos asambleas en otras localidades.

El Miércoles, nos desplazaremos a Madrid para participar, junto con productores de otras comunidades autónomas, en el reparto de más de 10.000 Kg. de frutas y hortalizas que COAG organizará, con el apoyo y participación de las Asociaciones de Consumidores, con el fin de informar a los ciudadanos de las bondades del consumo de frutas y hortalizas frescas.