La agenda cultural abre con la primera conferencia del trimestre, a cargo de Antonio Verdú.

La próxima cita será este jueves, con la presentación del libro La retirada francesa de Andalucía a cargo de Francisco Salmerón, a las 20 horas en el Aula de cultura de Cajamurcia.

Emiliano Hernández, coordinador del área de cultura, acompañado por la Concejala María Dolores Fernández, fue el encargado de presentar al conferenciante.

Durante la conferencia, titulada, Jumilla en las relaciones topográficas de Felipe II,  a cargo de Antonio Verdú, se desmenuzó un documento que alberga datos históricos de nuestra ciudad durante 1579. Este documento son las relaciones topográficas mandadas hacer por Felipe II a todos los pueblos para conocer diferentes datos relevantes de los mismos, como el origen, régimen jurídico, producción, rentas, tributos y estructura social, entre otras cuestiones.

A través de un cuestionario con diversas preguntas los asistentes pudieron conocer la historia de España y adivinar cómo era Jumilla en aquella época. El documento, bajo el encabezado del Marquesado de Villena, advertía que habrían de contestar en un plazo de seis días, pues de lo contrario se pagaría una pena de 20.000 maravedíes, del total de preguntas enviadas se contestaron 32, por no considerar que lo que preguntaran algo tuviera que ver con Jumilla.

Según se desprende de estos documentos, Jumilla en 1579 contaba con 500 casas y 600 vecinos. Jumilla era Villa con voz en las Cortes y pertenece al Reino de Murcia, fronterizo con el Reino de Aragón y Valencia con Monóvar a 7 leguas ordinarias, Cieza a 5 leguas ordinarias, Hellín a 5 leguas buenas, y Montealegre a 5 leguas. Siendo el señor y dueño de la Villa el Marqués de Villena. Se extrae también que la tierra que se cultiva es caliente de pasto seco, pues no llueve mucho y no hay pasto blando, sana, de pocas enfermedades y montes ásperos, resaltando la calidad de las mismas en Cañada del Judío.  También se y se vivía de la labranza y de la cría de animales. En lo alto de la sierra se levanta hay una fortaleza, el castillo, hecho con cal y canto. También se conoce que el pueblo carecía de fuentes y la medida de riego era el jarro.

Entre tantas curiosidades, también responden que había un convento de frailes descalzos perteneciente a la orden de San Francisco, que se encuentra a casi media legua del pueblo y en él viven 7 u 8 frailes, pues es importante conocer que se fundó en 1573, solo 6 años antes de que se enviara este cuestionario.