Opinión: `Un Museo del Vino para Jumilla´

Pedro Miguel Martínez

Como es de público conocimiento hace alrededor de 10 años  se tomó un acuerdo entre nuestro Excmo. Ayuntamiento de Jumilla y la propiedad del denominado complejo El Arsenal sobre la adecuación de una de las naves industriales de este. Creo sinceramente que ello aportaba un eslabón más en el complejo proceso para el logro de darle a nuestra actividad vitivinícola, fundamental para nuestro pueblo y la de aquellos que constituyen la Denominación de Origen Clasificada Jumilla, un empujón que contribuyera a lograr el reconocimiento nacional e internacional de nuestra Fiesta de la Vendimia.

Desconozco el proyecto que se aprobó para esta obra, nada sencillo al menos desde mi punto de vista, puesto que debería cubrir no solo el espacio del museo sino dotaciones paralelas en infraestructuras y actividades varias. Sí que conozco la adecuación de una nave que para lo que ha servido principalmente hasta ahora  como lugar de encuentro de nuestra imaginería de Semana Santa.

Recuerdo con alegría y añoranza el recinto que en Bodegas Carcelén albergaba cantidad ingente de objetos que con mucho celo y entusiasmo iba reuniendo mi querido y también añorado Juan Carcelén, y mantenido después por sus hijos. Les oía decir por aquellos años que ojalá se expusiera su contenido algún día en un Museo del Vino para renombre de Jumilla y expansión de nuestros caldos.

Acabo de leer la noticia de la próxima inauguración de un Museo del Vino que ha promovido Bodegas Hacienda del Carcha y Casa de la Ermita dentro de su propiedad. Vaya por delante mi felicitación a su promotor  Juan Vicente García-Carrión, y desearle los mayores éxitos de tal iniciativa, ahora realidad.

Creo es mi deber mostrar mi posición sobre cómo se debería actuar en relación con la fundación de un Museo del Vino dentro de una Denominación de Origen. Siendo como soy, un fuerte defensor de la actividad privada, creo que estas iniciativas privadas nunca deberán impedir que el Consejo Regulador, al que pertenecen tanto los agricultores como los industriales bodegueros, tenga un lazo de conexión con un Museo del Vino y que cuenten con el apoyo inquebrantable de las Instituciones locales y al menos los provinciales.

Finalmente, es mi deseo, y así lo promulgo firmemente, que nuestro Excmo. Ayuntamiento continúe con el acuerdo tomado en su día y haga realidad el mismo a la mayor brevedad posible.