UPA hace balance del 2017 en la Región: Agricultores y ganaderos afrontan 2018 con las peor de las perspectivas

AGUA: Rajoy no se moja. Anuncia impulso para un futuro PHN pero no concreta inversiones, infraestructuras ni medidas para afrontar la emergencia actual.

MAR MENOR: El gobierno regional sigue responsabilizando en exclusiva a la agricultura como única fuente contaminante y adopta un Decreto de Medidas Urgentes no consensuado y deficiente que corre riesgo de empeorar en su tramitación en la Asamblea Regional.

PRECIOS AGRARIOS: Los productores siguen sin acceder a la mayor parte del valor añadido que generan los alimentos que producen.

RENTA AGRARIA: El gobierno prevé una subida del 5% para 2017 a nivel nacional. La mayoría de las explotaciones agrarias no se benefician de ese incremento.

UPA-Murcia considera que 2017 concluye siendo un año horrible en el que en la Región de Murcia se consolidó el binomio “pobreza hídrica-gobierno inactivo”, lo que sitúa a agricultores y ganaderos en la peor de las perspectivas posibles para afrontar el año 2018: sin disponibilidad de agua para ganadería y nuevas plantaciones y con miles de hectáreas de frutales y cítricos en peligro de supervivencia.

La falta de actuaciones del gobierno para atenuar la incertidumbre de disponibilidad de agua para el regadío y la ganadería, cuando estamos ya inmersos en el cuarto año consecutivo de sequía en la Cuenca del Segura, cabría calificarla de imprudencia o parálisis de gobierno si no fuera por la pertinaz insistencia del Gobierno de España, a través de la Ministra Isabel García Tejerina, -y parece que también ayer el Presidente Rajoy- de lanzar a los cuatro vientos que estos últimos años su gobierno ha movilizado más de 300 Hm3 “adicionales” o que se ha incrementado la comercialización de producciones agrarias por las empresas de la Región.

Para UPA, la imprudencia o parálisis se torna arrogancia e indiferencia ante la pobreza hídrica de la Región cuando simultáneamente a dichos anuncios la realidad muestra que en el último año hidrológico apenas se recibieron 70 Hm3 a través del Tajo-Segura, que las cesiones de derechos de 12 Hm3 acordadas con regantes del Tajo y aprobadas por el Ministerio (tras una, eso sí, lenta y tortuosa tramitación), se interrumpieron cuando apenas 2 Hm3 habían iniciado su camino hacia la Cuenca del Segura, que la acción más destacada en materia hídrica del Gobierno de España ha sido impedir la extracción de aguas subterráneas en el Campo de Cartagena y destruir un salmueroducto necesario y que gran parte de los productos comercializados por cooperativas agrarias y empresas murcianas han sido producidos más allá de las fronteras regionales porque los agricultores han tenido que deslocalizar sus producciones huyendo de la incertidumbre hídrica instalada en la Región con el Gobierno de Mariano Rajoy. El colofón a tanto despropósito es el empecinamiento del Gobierno en querer cobrar las tarifas a los regantes del Trasvase aún cuando no se reciba una gota de agua.

En este marco, el anuncio realizado ayer por el Presidente del Gobierno de España de impulsar en 2018 un nuevo PHN, previo Pacto Nacional del Agua, es valorado por UPA como un acto de la famosa “retranca gallega” con el que Rajoy quiso dejar en Murcia su particular sello. Parece que el punto fuerte de la política hidráulica del Gobierno va a seguir siendo “esperar a que llueva”.

Y es que resulta ofensivo que se posterguen y condicionen las soluciones a la insuficiencia hídrica de la Cuenca del Segura, que es no sólo estructural sino permanente durante los últimos años y que sitúa a los agricultores en un inicio de 2018 sin disponibilidad alguna de agua, a un Pacto Nacional del Agua que, según anuncia el propio Ministerio en las reuniones mantenidas para su consecución, sólo implementará medidas a partir del próximo período de planificación. Esto es, a partir del año 2021.

En otro orden de cosas, 2017 ha sido un año en el que se mantiene un comportamiento de los mercados agrarios pernicioso para los productores y cuyo mejor exponente lo encontramos en el caso de las frutas; producciones que según el IPC han subido su precio un 10’4% para los consumidores pero que al mismo tiempo, si confiamos en los datos del Ministerio de Agricultura, tan sólo han mejorado un 0’7% para los agricultores. Para UPA resulta evidente que en 2018 es necesaria una modificación de la Ley para la mejora de la Cadena Alimentaria que permita un adecuado reparto del valor añadido que generan los alimentos producidos por agricultores y ganaderos.

POR SECTORES

Frutas y Hortalizas: En general ha sido un año de precios malos, situación que por varios años padecen especialmente los productores de fruta de hueso, con precios ruinosos que, de no tomarse medidas de inmediato, comprometerá la viabilidad de las explotaciones. UPA solicitó la creación de grupos de trabajo en el Ministerio para consensuar medidas con el Gobierno y los operadores comerciales en el que viene participando directamente y aportando sus propuestas, y del que estamos a la espera de que se concrete la voluntad de adoptar medidas.

En el sector de frutos secos (principalmente almendra) la inercia de precios de años anteriores se ha mantenido durante 2017, si bien con una tendencia a la baja en los últimos meses. Preocupante es el importante incremento de plantaciones, en muchos casos de regadío, que se viene realizando en regiones y zonas no tradicionales de cultivo por la incidencia que pueda tener su entrada en producción.

Por lo que respecta a los cítricos, podemos valorar la campaña iniciada en otoño como normal en producción y estable en precios, si bien su principal amenaza al igual que para los frutales es la inexistencia de agua para regadío que puede tener sus efectos en una reducción de kilos y en la supervivencia del arbolado.

Por su parte las hortalizas, en líneas generales, han vivido un año en el que no han existido grandes oscilaciones de precios, salvo momentos complicados para algún producto en determinados momentos de la campaña. No obstante es el sector que ha tenido que hacer frente a un mayor encarecimiento de los costes al soportar para una parte importante de la producción los sobrecostes derivados de la deslocalización productiva.

Por lo que se refiere al viñedo, los precios recibidos por los productores se están beneficiando del funcionamiento de las exportaciones, favorecidas por la reducción de la cosecha que ha sido general a nivel mundial y especialmente en Italia y Francia, aunque la mejora del precio con respecto al año pasado ni compensa la caída de la producción ni alcanza los niveles esperables ante la mayor demanda de vino en el mercado mundial.

La ligera recuperación que ha habido en el precio de la leche de vaca con respecto a las dos campañas anteriores no ha estado en consonancia con la evolución de las cotizaciones de los productos industriales en los mercados mundiales, siendo más complicada la situación para las explotaciones de la Región de Murcia al situarse el precio prácticamente todos los meses por debajo del precio medio a nivel nacional.

La falta de una recuperación en el nivel de precios que cubran de forma continuada los costes de producción, está poniendo en grave riesgo la continuidad del sector en la Región.

Un sector muy dependiente de la exportación de animales vivos a terceros países es el vacuno de carne, siendo este el único factor que está redundando en un nivel de precios ajustado para los ganaderos, teniendo que continuar con gran esfuerzo para el mantenimiento de estos mercados, así como explorar la apertura de nuevos.

La firma de contratos en el sector caprino de leche ha generado estabilidad en los precios para muchos ganaderos, si bien se encuentran en el umbral mínimo de la rentabilidad para aquellas explotaciones que tengan amortizadas las inversiones acometidas anteriormente y basadas en mano de obra familiar.

Esta situación está suponiendo un lastre para acometer inversiones de modernización o contar con mano de obra externa.

Se perpetúa el sistema de producción del porcino basado en la integración, habida cuenta la desaparición de la práctica totalidad de explotaciones que se encuentran fuera de este sistema de producción, lo que genera una dependencia absoluta del sector porcino de la Región de Murcia del crecimiento y necesidades de las grandes empresas.

Aun así, y teniendo una importante transcendencia en zonas desfavorecidas de la Región este tipo de explotaciones, se está encontrando en la falta de disponibilidad de recursos hídricos un hándicap en el desarrollo del sector, impidiendo en muchos casos acometer ampliaciones de las explotaciones existentes que aseguren un mínimo de rentabilidad, así como realizar nuevas construcciones.

Con todo ello, continúa siendo un sector muy dinámico, dependiente de la exportación.

La sequía ha tenido efectos negativos sobre el sector ovino y caprino de carne, fundamentado en el pastoreo en prados y rastrojeras. La disminución de la oferta de corderos, como consecuencia de la sequía a nivel nacional, no se ha reflejado lamentablemente en un aumento de los precios percibidos por los productores.

Los ganaderos de ovino y caprino de carne están sufriendo este año importantes pérdidas por el incremento en los costes de producción, motivados principalmente por la alimentación a base de piensos debido a la escasez de pastos motivado por la fuerte sequía.

Además, siguen sufriendo la competencia de importaciones de carne a bajos precios que ocasiona graves pérdidas para la rentabilidad de los ganaderos. UPA ha seguido demandando la implantación del etiquetado en origen para mejorar la información del consumidor.

En cuanto al consumo, y gracias a las campañas de promoción de la Interprofesión INTEROVIC se ha logrado cambiar la tendencia bajista de los últimos años. Por otro lado, UPA ha propuesto al Ministerio de Agricultura la conveniencia de dar un carácter obligatorio a la clasificación de canales de ovino en todos los mataderos (la normativa europea mantiene la voluntariedad en la aplicación del sistema de clasificación de canales de ovino por parte de los Estados miembros.)

Así mismo el sector del ovino de carne sigue trabajando intensamente para mantener el nivel de exportación a países del Norte de África, siendo actualmente el único elemento que viene a contrarrestar el efecto negativo que genera el bajo consumo per cápita de esta carne a nivel nacional.

Para el sector caprino de carne, el mantenimiento con gran esfuerzo por parte de los ganaderos de las razas autóctonas, está siendo el único revulsivo para evitar la desaparición del sector en nuestra Región.

La recuperación de precios de la carne de conejo que se ha producido en las últimas semanas del año no ha permitido compensar las pérdidas tenidas por los ganaderos con anterioridad, continuando el sector en una preocupante regresión, que puede acelerarse con la previsible caída de precios que se producirá a principios del año próximo, que ya se ha iniciado en estos últimos días del 2017.

Sigue pendiente la puesta en marcha de un sistema que permita lograr la diferenciación de la carne de conejo producida en Murcia, de forma que pueda aumentar su valor a lo largo de la cadena para que redunde de forma equilibrada en todos los eslabones.

La apicultura es de los sectores más afectados por la sequía. La falta de floración ha incidido muy negativamente en la producción, ocasionando fuertes pérdidas.

El sector avícola ha estado caracterizado por un mercado con precios algo superiores al 2016, pero en niveles relativamente bajos. Aún con todo ello se ha producido un aumento en el número de aves producidas en la Región de Murcia.

UPA mantiene la defensa de los ganaderos, y en particular la exigencia a las empresas integradoras para que respeten los acuerdos firmados, así como reiterando a la administración regional la necesidad de acometer un plan estratégico encaminado a la modernización de las explotaciones, con el fin de evitar pérdida de competitividad con respecto a otras Comunidades Autónomas en las que sí han apostado de forma decidida por el sector.

UPA Murcia