STIPA subraya que todavía falta mucha conciencia social por la protección al Medio Ambiente

Denuncian la técnica de fracking y entre sus próximos proyectos se encuentra la creación de un sendero botánico

Inma Vázquez

La Asociación Naturalista STIPA nace a partir de un grupo de amigos con un gran amor por la naturaleza y con la intención de darle un impulso al movimiento naturalista de la localidad. A pesar de la importancia de los temas con los que STIPA trabaja y promueve, no cuenta con ningún tipo de subvenciones públicas regulares, sino que únicamente han llegado a ser beneficiarios de ayudas puntuales de administraciones (públicas y privadas), para la realización de proyectos específicos de gran envergadura, según señalaba Juan José Bas, secretario de STIPA, en el programa “Aquí y ahora”, de Antena joven.

Haciendo un pequeño balance de las actividades realizadas por STIPA durante este año, Mada Martínez, vicepresidenta de la asociación, señala que hay actividades fijas que, año tras año, las van repitiendo, ejemplo de ello, son los talleres con escolares que se encuentran ubicados dentro de las campañas de mentalización y divulgación en la protección al Medio Ambiente.

Según Ana Belén García, también voluntaria de la organización, “el trabajo con menores se caracteriza por su dinamismo, por ser actividades muy conmovedoras, agradables y que reportan grandes beneficios en la educación de los más pequeños, ya que éstos son los mayores transmisores de la conciencia ecológica hacia sus progenitores”. Precisamente, ésta es la última actividad realizada por miembros de STIPA y alumnos del CEIP Miguel Hernández, en la que participaron un total de 50 niños de tercero de Primaria y que se basaba en la reforestación de una zona de Santa Ana afectada por un incendio forestal en 2008.

Ante esta actividad, Juan José Bas añade que “el trabajo con los niños es muy grato, ya que se enfrentan a la reforestación con mucha alegría y predisposición, mostrando su total voluntariedad y cargados de azadas propias, con el fin de realizar una plantación que recordarán durante todas sus vidas”.

Además, todos los años, realizan rutas botánicas, así como distintos cursos de formación en diferentes disciplinas, relacionadas con los temas con los que trabaja esta asociación.

Un día muy especial para STIPA es el 5 de julio de cada año, en el que se conmemora el Día Mundial del Medio Ambiente, aunque, día a día y a través de sus actuaciones, tratan de motivar a todas las personas para que se conviertan en agentes activos del cuidado al medio ambiente, “ya que éste no solo es el espacio en el que desarrollamos nuestra vida, sino que también comprende los seres vivos, objetos, agua, suelo, aire y las relaciones existentes entre ellos”.

Otro de los aspectos que han estado tratando muy a fondo durante este año y que es un tema sangrante para todos los naturalistas, es el relacionado con la fracturación hidráulica, más conocida como “fracking”. Ana Belén García argumenta su total negativa a esta práctica, ya que “se trata de perforar mediante un sondeo, inyectándose agua a mucha presión, con sustancia químicas que no se conocen su origen, pero sí sus graves perjuicios. Estas fracturas se hacen para que salgan los hidrocarburos, pero, al fracturar, no solo se rompe la roca, sino también las paredes, contaminando por ejemplo, los acuíferos cercanos”.

Además, explica que “el fracking no es la panacea, no es lo que nos va a salvar, ya que, Jumilla se abastece de acuíferos, por lo tanto, ¿nos van a quitar nuestra agua para hacer fracking? y no solo eso, sino que contaminarán también el agua que bebemos o con la que regamos nuestros cultivos, y esto nos acarreará grandes problemas”.

Por su parte, Juan José Bas añade, a lo expuesto por su compañera, que “el fracking no es una salida, ni para Jumilla ni para ningún municipio, por ello se creó la Plataforma de la Cuenca del Segura libre de esta práctica, ya que creemos que todavía no somos conscientes de los riesgos que esta práctica puede acarrear a todos los productos que ahora ponemos en valor como los vinos o la pera, entre otros”.

Para finalizar, desde STIPA hacen un balance muy positivo de este 2014 en cuanto a las actividades que han desarrollado, resaltando la gran implicación de los centros escolares en las tareas de mentalización, “pero que todavía se hace necesario la promoción de un papel fundamental en cada uno de nosotros para el fomento a la cooperación y el aumento de una conciencia mucho más activa en cuanto a la protección del medio ambiente, ya que si conservamos lo que tenemos, podremos vivir mejor”.

Algunos de los proyectos a corto plazo, que adelanta Juan José Bas, se encuentra la realización de un sendero botánico, subvencionado por el Fondo Europeo Leader, en el que se señalizarán, pondrán carteles y fomentarán un sendero asequible, que puede ser una buena forma de contacto para conocer ciertas plantas que ofrece Santa Ana.

También lucharán, según indica Mada Martínez, para que se solucione el problema existente en el CEIP Mariano Suárez con la colonia de vencejos, “ya que la valla existente está impidiendo la reproducción de estas aves, y anulando, de esta forma, los derechos que esta especie catalogada y protegida tiene y que la propia administración está violando”.

Por último, señalar la importancia del nuevo proyecto “remonte”, en el que convertirán las parcelas arreturadas abandonadas en espacios naturales a través de reforestaciones, creación de charcas, y dándoles de nuevo la importancia que merecen.

En definitiva, STIPA es un grupo de personas totalmente comprometidas con la defensa del medio natural, interesándose por todos los aspectos con los que trabajan, pero de una forma desinteresada. Su actividad, se sale fuera del mercantilismo, actúan bajo criterios de solidaridad y altruismo e invitan a todos aquellos que se sientan identificados con los objetivos y fines que persiguen a colaborar con ellos, haciéndose socios (con una cuota de tan solo un euro al mes), o comprando calendarios para el próximo año por un módico precio de cinco euros.