Felipe Tomás, orgulloso y agradecido de ser el pregonero de la Virgen de la Asunción

El sacerdote Felipe Tomás Valero, pregonero de la Virgen de la Asunción, ejerce actualmente en la Parroquia Mayor de Santiago de Lorquí, es profesor del Instituto Teológico San Fulgencio y de la UCAM de Murcia

Cinthya Díaz

D. Felipe Tomás se ha mostrado orgulloso de ser el pregonero de la Virgen de la Asunción ya que siente mucho apego por Jumilla, su pueblo, y que se hayan acordado de él en un año tan especial para él es muy satisfactorio. “La verdad es que es un pregón reciente, no se lleva haciendo muchos años pero aún así que hayan contado conmigo en este año tan especial en el que estoy ejerciendo como misionero de la misericordia, realmente me llena de orgullo que mis paisanos se acuerden de mí”.

El sacerdote jumillano ha resaltado que no hay un perfil concreto para ser pregonero, pero que sí hay que tener una orientación mariana, una devoción y que en el momento determinado de la elección del pregonero hayan habido esas realidades ya sean teológicas, espirituales, literarias, que puedan a hacer a una persona candidata para ejercer el pregón. “Los últimos pregoneros de la Virgen de la Asunción han sido personas muy vinculadas a la hermandad o personas que por distintos motivos han ido siendo partícipes de esta realidad, tanto de la realidad de nuestras fiestas como de la realidad de la propia hermandad”.

1080 sacerdotes de todo el mundo y entre ellos Felipe Tomás, viajaron a Roma el pasado miércoles de ceniza donde fue nombrado Misionero de la Misericordia por el Papa Francisco y les explicó cuales son los criterios fundamentales para ser misionero de la misericordia, entre ellos “buscar que los hombres se puedan encontrar con Dios a través del sacramento de la penitencia”. En definitiva buscar que “los hombres no se sientan con temor a reconocer sus pecados pues Dios no castiga sino que perdona”.

Su labor como sacerdote de la misericordia le ha llevado a La XXXI edición de la Jornada Mundial de la Juventud en Cracovia en la que asistió como voluntario.

Felipe Tomás ha calificado esta experiencia como ‘un regalo’ y ha resaltado que se reunieron un millón y medio de jóvenes de todo el mundo para festejar la fe. “Yo estoy convencido de que los jóvenes son la esperanza del futuro y el Papa sobre todo invitaba a los jóvenes a no quedarse en el sofá, a no vivir la rutina, sino que nos pusiéramos todos de pie y buscáramos ese ideal que no es una utopía sino un mundo mucho mas igualitario, más justo, donde todos podamos vivir en paz” ha expresado el sacerdote.