AVISO LEGAL | CONDICIONES | INFORMACIÓN | PUBLICIDAD | CONTACTO
Hoy es Martes 16 de Abril de 2024  |  

Vapuleo a la cultura

 
 

Luis Javier Fernández Jiménez

Por suerte o por desgracia tenemos la oportunidad de vivir momentos convulsos, inestables, críticos, impredecibles, y siendo vulnerables a todo. Pero sin duda, la gran fortuna que nos brinda este siglo XXI es que nos abre muchas puertas al conocimiento: nunca antes como en la actualidad, se ha tenido tan fácil acceder a la cultura y ningún ciudadano como ahora ha tenido tan al alcance la oportunidad de vivir en una sociedad repleta de un acervo cultural.

En otros tiempos, el saber estaba más limitado: sólo eran muy pocos los que podían acceder a una alfabetización digna, la disposición de cualquier tipo de prensa o los beneficios que reporta la lectura; cuando todo era más rudimentario la cultura estaba alcance de unos pocos. Hoy en día la información sobrepasa por doquier; las tecnologías emergentes inundan cada rincón sin mesura ninguna; las redes sociales permiten comunicarnos a cada instante; desde las pantallas de nuestros ordenadores, tablets, o Iphone, podemos tomar consciencia de todo lo que pasa en otras partes del planeta.

Y en ese sentido somos unos privilegiados; pero quizá no nos percatamos de todo cuanto nos rodea, porque vivimos tan ensimismados que no somos capaces de mirar más allá de nosotros mismos. Nos hemos conformado hasta con ser conformistas. Pero algo está ocurriendo y quizá nos somos conscientes de todo ello: el vapuleo al mundo de la cultura.

Esto es, el maltrato a todas las variantes culturales de nuestros país, empezando por la subida del IVA a los productos culturales desde 2012, que hasta ese año estaba en un 8% , incrementado después dicha cifra al tipo general de 21%. Aunque también hay que destacar que, no todos los productos culturales, se ven afectados de la misma manera por la subida del IVA. Pero eso no quiere decir que hablemos de “mano de santo”.

Porque bien se sabe que la cultura, al menos en nuestro país, no se considera un producto de primera necesidad. Parece ser, o al menos a mí me lo parece, que con el influjo de las redes sociales y de la Web 2.0 estamos adquiriendo esa necesidad incesante del entretenimiento, (como si nuestra fisiología demandara vivir entretenidos a cada instante).

Parece ser, que un ciudadano queda mejor satisfecho si ve en la pantalla de su televisor un reality show o cualquier zafiedad en internet, antes que imbuirse en las aportaciones de un autor, un pintor, un concierto de música clásica, o el mero hecho de disfrutar de una obra de teatro –citando algunos ejemplos–.

Y no hablemos del fenómeno que ha cobrado –y siguen cobrando– los youtubers, que ahora por cierto incluso escriben libros, (que a saber si los escriben ellos, o se los escriben otros). Y por lo visto, aun así, venden ejemplares. ¡Manda cojones la cosa, eh!…

Y el asunto se vuelve más irreversible cuando, a medida que se incrementa la zafiedad y la estupidez, el talento y la cultura tienen que batirse para permanecer con vida en el campo de batalla, donde el adversario por cierto, es el ejército de los gilipollas.

No es una perogrullada afirmar que hay gente que se siente orgullosa de no haberse leído un libro en su vida; personas que prefieren aplaudir a un tipo egocéntrico que sale en televisión haciendo cualquier estupidez. Y eso es precisamente lo que pasa.

Vapuleamos a la cultura sin mesura ninguna; pisoteamos a los artistas, y no contentos con ello le echamos la culpa a otros de que este país no progrese en valores, cuando día a día, como digo, estamos dilapidando nuestros recursos culturales, y con ello me refiero a que no terminamos de aprovechar todas las posibilidades de vivir en una época tan avanzada, tan científica, tan tecnológica y tan repleta de conocimientos.

Tal vez, nunca antes, se haya hecho tan necesaria la cultura para una democracia que ha quedado en manos de las élites políticas y económicas. Una corrosión en valores ha hecho que perdamos el interés por conocer, indagar, descubrir otras fuentes de información, y de dejarnos seducir por el potencial de los artistas.

Es doblemente patológico que dos cosas tan básicas para un país: cultura y talento, hoy en día se vean malgastados, pateados, incluso el mundo de la cultura se ve con grandes escollos para salir a flote, en un país donde la lucidez es una gran asignatura pendiente. No nos debe de caber la menor duda, pues, que la cultura es un analgésico para mejorar una democracia; un motivo para crear ciudadanos críticos, librepensadores, honrados, y comprometidos para mejorar sus condiciones de vida.

Tal y como dice Pérez-Reverte en su novela Hombres Buenos: “Sólo un Estado organizado y fuerte, protector de sus artistas, pensadores y científicos, es capaz de proveer el progreso material y moral de una nación… Y ése no es nuestro caso”. Pero claro, tal vez la culpa de todo el maltrato a la cultura se la tengan otros; porque siempre intentamos evadirnos de toda culpa.

A nadie parece interesarle que nuestra democracia se vea pisoteada, maltratada; como parece que tampoco importa mucho la necesidad de proteger a la cultura, a nuestros valores, nuestra memoria, a todo el legado que dejaron nuestros antepasados por este país llamado España, que hoy en día no tiene mucho de lo que presumir; aunque si de algo debe presumir, es de lo que fue un día: gracias a la riqueza que dejaron todas las culturas que pasaron por esta tierra ofreciendo lo mejor de sí mismas.

En definitiva, de seguir pisoteando nuestros recursos culturales, ¿qué nos queda?, ¿en manos de quiénes encomendamos nuestro futuro?

 
Vapuleo a la cultura
Share

Tags

Noticias Relacionadas

  • No Related Posts

Información del Autor

El Eco de Jumilla

 
 
Comparte esta noticia
[pinit remove_div="true"]
 
 
Publicidad
 
 
Comentarios de Facebook
 
1 Comentarios
  1. dotorletras dice:

    Mientras personas como usted esgriman su pluma contra la ignorancia y empleen un sólido andamiaje de palabrería –nacido siempre del más profundo intelecto- en pro del conocimiento, nuestra cultura se hallará en terreno confortable y, por consiguiente, exenta de todo peligro y vulgaridad. ¿Es cierto que su profuso ingenio está dando forma a una novela, tal y como afirmaba aquel pendenciero usuario? ¿De ser tal caso, tendría a bien su autor adelantar a este cautivado público, por el don de su aguzado conocimiento, la fecha de lanzamiento de su magnánima obra? Si bien es cierto que el gozo del lector se torna sucinto y lacónico con la lectura de cada uno de sus ensayos, su novela nos garantizará una lectura más prolongada que, seguro estoy, no dejará indiferente a nadie. Benditos los tiempos que nos aguardan personajes como usted. Y por cierto, haga caso omiso a comentarios malintencionados y reñidores como el de aquel usuario que tuvo la desvergüenza de mancillar sus maquilladas palabras. Mi más sincera y enconada enhorabuena. Por el momento siga dándole brío a su pluma anseriforme, pues si bien ha quedado claro con estas líneas escritas por usted, su objetivo no ha sido otro que poner de manifiesto la necedad que hoy día predomina en el mundo actual. Todo sea por emprender la batalla contra la desazón que provoca la pérfida ignorancia.

    Luz y esperanza de nuestras días, ¿quién dijo paladín de la simplería?
    La historia jamás conocerá mayor gallardía
    Que la de su pluma en tiempos bobalicones.

    En generaciones postreras su honor será recordado
    Como aquel tipo con ingenio enconado
    que tuvo por mayor empresa
    defender el pan de los cultos de la patria chulesca.

    No se extrañe vuestra excelencia
    Del gobierno de estos versos
    Pues aún malparados están hechos con la mayor deferencia.

 
Deja un Comentario
 

Nota: Al hacer uso de este servicio, el usuario afirma haber leido y aceptado las condiciones de uso. Los comentarios que por su contenido hagan caso omiso de la Asistencia Legal no están permitidos. Este website no se hace responsable de los comentarios y opiniones vertidos por los usuarios, siendo los mismos responsabilidad exclusiva de la persona que los publica. En el caso en el que se publique algún comentario que pueda herir la sensibilidad del internauta, rogamos que se pongan en contacto con nosotros en el email [email protected], detallando de qué mensaje se trata y las razones por las que considera que puede ser ofensivo y automáticamente procederemos a realizar la acción que creamos más conveniente en cada caso.




 
 

 
 
 
 

 
 

EL TIEMPO EN JUMILLA | Patrocinado por: ElTiempoEnJumilla.es


Copyright © El Eco de Jumilla. 2024, Todos los derechos reservados. | Aviso legal | Términos y condiciones | Información | Publicidad | Contacto  |  Desarrolla Clickche



Subir Arriba