La Provincia Franciscana de Cartagena se reúne en el Convento de Santa Ana

El objetivo era “celebrar con gratitud el pasado y hablar de la futura creación de la Provincia Franciscana de la Inmaculada”

Redacción

El próximo día 1 de enero de 2015 entra en vigor el decreto del ministro general de los franciscanos, por el cual, se erige en España la Provincia Franciscana de la Inmaculada como resultado de la fusión de las provincias Bética, Cartagena, Castilla, Cataluña, Granada, Valencia y la Custodia de San Francisco Solano. De esta forma, la nueva Provincia Franciscana de la Inmaculada contará con cerca de 400 frailes y alrededor de 60 casas, en las que están incluidas las ocho de la Provincia Franciscana de Cartagena.

Por este motivo, el ministro provincial de Cartagena convocó a las diferentes provincias en el Convento de Santa Ana el pasado sábado “para celebrar con gratitud el pasado y construir un futuro lleno de esperanza”, según ha indicado el franciscano Francisco Oliver, en una nota de prensa enviada a los medios.

“La presencia franciscana en el sureste se remonta hacia el año 1250, año en el que esta presencia es reconocida como Custodia de Murcia. Pasados los años y multiplicada la presencia en la antigua provincia romana Carthaginensia, en el año 1521 la Custodia pasa a Provincia Franciscana de Cartagena, desligada de la Provincia de Castilla. Como nos decía el ministro provincial en la presentación de la jornada: “Casi  500 años de historia nos preceden” y esa historia la queremos recordar con gratitud, gratitud por tantos hermanos que ofrecieron sus vidas al servicio del Señor desde nuestra Provincia. Esta gratitud habla de entrega, de arrojo (casi de temeridad), de mucho trabajo, de constancia, de fraternidad comprometida con el mundo, de devoción, de oración…”, señala Oliver en la nota de prensa.

Asimismo, el franciscano explica que “la fusión de las provincias franciscanas, que darán lugar a la Provincia de la Inmaculada, está también cargada de una profunda esperanza, que en palabras del ministro provincial “no se fundamenta en la ilusión del que sólo le queda soñar porque el presente no le ofrece ningún horizonte. Al contrario, es una esperanza que se basa en la experiencia de una provincia que, a lo largo de 500 años, ha demostrado que la vida franciscana es un ideal posible, aunque su concreción sea siempre una realidad por concluir. Esa tarea que nos deja bien fundamentada nuestro pasado es la que se nos ofrece como un horizonte de esperanza que con ilusión queremos afrontar todos como hermanos de la Provincia Franciscana de la Inmaculada”.

Por otro lado, según el hermano Pedro Riquelme, en el patio de los cactus recordaron el origen de su presencia, mientras que en el claustro del pozo hicieron otro tanto sobre la rica historia de compromiso evangélico y dedicación apostólica e intelectual en servicio de la Iglesia y de la sociedad. “El tercer momento lo tuvimos en el pequeño cementerio; allí hicimos memoria de los hermanos que nos precedieron en la fe, destacando de manera especial a los misioneros que anduvieron por China y Japón, por África y, sobre todo, en Centroamérica, donde esta provincia, junto a otras, restauraron la presencia franciscana, dando lugar a la nueva Provincia Franciscana de Nuestra Señora de Guadalupe, que abarca toda Centroamérica. Un recuerdo especial para los mártires de la guerra civil, dos de ellos, fray Antonio Faúndez y fray Buenaventura Muñoz, quienes fueron recientemente beatificados”, se explica en la nota.

Igualmente, en la puerta de entrada al Convento de Santa Ana dieron gracias por su acción evangelizadora, pues “para los hermanos menores, la evangelización no es un trabajo o una profesión, es una vocación a la que no podemos sustraernos”. Y ya en el interior del convento, y ante la venerada imagen de la Abuela Santa Ana, “dimos gracias a Dios por su ayuda y por todos los beneficios que nos ha concedido durante estos siglos de existencia como Provincia Franciscana de Cartagena. Y, vueltos hacia el altar de la Inmaculada, cantamos el himno que en su honor se ha venido entonando durante tantos siglos de existencia: “Toda hermosa eres María””.

Por último, se llevó a cabo una comida de convivencia ofrecida por los hermanos de esta comunidad de Santa Ana, y según indica Francisco Oliver, “volvimos enriquecidos a nuestras casas, con ánimo renovado, y la certeza de que esta fusión de provincias será beneficiosa para todos”.

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