La administración pública sabe gestionar con eficacia

Grupo Municipal IU-Verdes Jumilla

El argumento principal de los defensores de la privatización radica en que una gestión privada, por su propia naturaleza, es más eficiente que la pública. “La gestión privada tiene competencia, y el hecho de que exista competencia espabila y hace que los agentes actúen mejor”, asegura Nuria Alonso, doctora en Economía de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.

Sin embargo, en la práctica no se ha llegado a demostrar que la gestión privada sea efectivamente más eficiente que la pública, más bien todo lo contrario, por lo que todo depende directamente de sus gestores: “Si algo en el sector público funciona mal, hay responsables técnicos y responsables políticos a los que se les debe pedir cuentas de porqué está funcionando mal la prestación de ese servicio”, señala Alonso. Porque en el sector público existen los mecanismos suficientes como para exigir a la gente que trabaje seriamente, y es normal encontrar las mismas ineficiencias en ambos sectores. De hecho, existen empresas privadas tan mal gestionadas como Bankia o Lehman Brothers. Al igual ocurre con algunas públicas, aunque si se dirigen con cabeza suelen ser más rentables.

El pasado mes de enero, el Ayuntamiento de León sacaba pecho. Al cumplirse un año de la remunicipalización de su servicio de recogida de basuras el ahorro ascendía a más de ocho millones de euros respecto al ejercicio anterior. El coste en 2013 ascendía a 10,5 millones de euros, sobre un cálculo inicial de 12,3 millones de euros de coste máximo. Un año antes tuvo que pagar 19,25 millones de euros a la empresa Urbaser (con IVA incluido), por lo que el ahorro del Ayuntamiento de León en apenas doce meses ascendía a unos 8,75 millones de euros en términos globales.

En Orihuela los datos son similares. La Concejalía de Servicios Públicos de este ayuntamiento ha presentado un superávit de 5.624 euros en 2013, por lo que cumplieron sin problema con el presupuesto de 8,8 millones de euros y se han ahorrado el pago del 21% de IVA, del 6% de beneficio industrial y el 12% de gastos generales.

Uno de los últimos ayuntamientos de la zona en apuntarse a la moda de la remunicipalización de la recogida de basuras es el de Aspe. En diciembre de 2013, este municipio alicantino comenzó a recoger sus propios residuos al rescatar un servicio que había estado en manos privadas desde hacía 23 años. Esta medida va a permitir a la ciudad ahorrar 170.000 euros anuales y sin despedir a ninguno de los doce trabajadores que tenía la empresa Selesa, que era la anterior adjudicataria del servicio.

¿Nacionalizar la electricidad?

La electricidad, en una sociedad moderna, es un bien básico que debe ser puesto en beneficio del “común”. En Francia, que tiene la más poderosa empresa de electricidad del mundo, no tienen dudas: E.D.F. (Electricité de France) es del Estado. El Gobierno Provisional de la República, presidido por el socialista Felix Gouin, respaldó la iniciativa del ministro comunista Marcel Paul y el 28 de abril de 1946 la electricidad fue nacionalizada en Francia. Charles de Gaulle, después, potenció la solvencia de la Eléctrica Publica. Actualmente, el modelo francés permite que el kilovatio tenga un precio tipo de 0,09 euros, cinco céntimos de media menos que en España, donde, a la postre, se anunció otra subida del 11% hace apenas un mes. En los últimos años, las compañías eléctricas españolas han subido la luz un 70%, lo que se traduce en que más de un 15% de los hogares tienen dificultades para llegar a fin de mes y pagar sus facturas de luz, agua y gas, generando así más pobreza energética.

Por eso, en Izquierda Unida queremos que esto cambie. Es la hora de nacionalizar de nuevo el sistema eléctrico. Es inadmisible tolerar la situación actual donde los ciudadanos cada vez pagan más y las empresas obtienen a su vez beneficios más suculentos. Si el servicio fuera público, no habría gente que no pudiera encender la luz como ahora o que tuviera que pasar frío.