Creación de la Academia de las Artes y las ciencias interactivas

Los videojuegos no eran accesibles para todos, por eso se tenía que ir a los recreativos a jugar en compañía de los amigos, convirtiéndose en un acto social. Juegos con imágenes sencillas lejos de la calidad actual, centrados más en la jugabilidad que en los gráficos, donde habían títulos como: Street Fighter, Comecocos, Donkey kong, Tetrix…

En la actualidad el despliegue de medios para realizar un videojuego es igual o superior a muchas películas, donde no sólo son importantes los gráficos y la jugabilidad, sino también la atmósfera, los diálogos, la banda sonora, la estética…

Al igual que en el cine existen críticos del sector, que hablan de las últimas novedades, así como de los avances tecnológicos de los juegos o las últimas tendencias. Todo esta enfocado a un público cada vez más entendido y donde la calidad o la innovación son factores importantes, impulsando un sector que en auge ha dado un paso cuantitativo y cualitativo en los últimos años.

El futuro del videojuego es halagüeño y demanda cada vez más un lugar en la artes, siendo una de las industrias emergentes más importante de los últimos años. Aprovechando el rápido crecimiento del sector, así como de la demanda de los usuarios, el gobierno anunció en la sexta feria de Gamelab la creación de la Academia de las Artes y las Ciencias interactivas. Así como la concesión de premios en varias categorías, emulando a la industria del cine y propulsando así el sector.